Month: December 2024

For the first time ever, I had braids. And damn, they were badass.

I had postponed it for years because, as it turns out, you need cojones for that.

I looked at my shirt with Tupac on it, and in that moment, I was instantly transported back to being 14—wearing a similar T-shirt with Tupac.

Back then, it felt so uncomfortable to be in my own skin.

I took a look at the 2024 version of Sorina.

I looked at my braids. Damn, they were bold. They were a statement all on their own.

I looked at my shirt, and there was Tupac again.

I looked at my ripped jeans. Once, they would have been considered scandalous. But not now. Now, I was free.

I took a look at myself, at the way I was walking down the street.

The 14-year-old Sorina would have never dared to walk like this. She would have never owned this look.

But I did now.

I looked around me. Everyone was giving me approving looks.

I swear I could have died at that moment—it felt like I had conquered the world.

But it wasn’t the world I was after.

I had conquered teenage Sorina.

I finally got her respect. And I realized: all my life, I’d been striving for this.

Searching for it in so many lost souls I met along the way, hoping they would mirror a self-love I was missing.

I thought of her, of all her fears and insecurities.

I took a look at myself again, at the way I was walking down the street.

Man, I wish she could witness this.

Just this simple moment in time could have spared her so much suffering.

Many times, we think it’s the world we must conquer.

But it’s ourselves we must conquer.

As you read this, think of three great things about the current version of you that you wish your teenage self could witness.

Three great things that would have completely changed the trajectory of your teenage self.

Now, go back to your teenage years and conquer the person you were. 🦋

If it helps, look at a picture of yourself from that age. Whatever brings you closer to that version of you.

Connect to them. Have compassion for them. Compliment them.

Acknowledge them. See them. Be there for them.

Thank them for everything they’ve done. Without them, you wouldn’t be you.

And lastly, hug them.

No matter how old you are, wrap your arms around your body and sit like this for a minute, connected to your teenage self.

It will work wonders for your self-esteem—it’s the only validation you’ll ever need.

Cheerleading for your teenage version,
Sorina Phoenix

P.S. Shoutout to my soul friend from my teenage years, Catrinel, who not only supported me back then but also never misses a chance to compliment my newsletter. Once, a guy I liked was rude to me, and you know what she did? She was eating an ice cream and stuffed it right into his eye. No second-guessing, no apologies. Straight to the target. That was the kind of friend she was. These are the real ride-or-die people!

🇪🇸

Por primera vez en mi vida, me hice trenzas. Y maldita sea, eran impresionantes.
Lo había pospuesto durante años porque, al parecer, necesitas cojones para eso.

Miré mi camiseta de Tupac, y en ese momento, me transporté instantáneamente a mis 14 años, cuando también llevaba una camiseta parecida de Tupac.
En ese entonces, me sentía tan incómoda en mi propia piel.

Miré la versión mía de ahora.

Miré mis trenzas. Maldita sea, eran audaces. Eran una declaración por sí mismas.

Miré mi camiseta, y ahí estaba Tupac de nuevo.

Miré mis jeans rotos. Una vez habrían sido considerados escandalosos. Pero ahora no. Ahora era libre.

Me miré a mí misma, en la forma en la que caminaba por la calle.

La Sorina de 14 años nunca se habría atrevido a caminar así. Nunca habría llevado este estilo con tanta seguridad.

Pero ahora lo hacía.

Miré a mi alrededor. Todos me miraban con aprobación.

Juro que podría haber muerto en ese momento; sentí como si hubiera conquistado el mundo.

Pero no era el mundo lo que quería conquistar.

Había conquistado a la Sorina adolescente.

Finalmente obtuve su respeto. Y me di cuenta: toda mi vida había estado luchando por esto.

Buscándolo en tantas almas perdidas que conocí en el camino, esperando que reflejaran un amor propio que me faltaba.

Pensé en ella, en todos sus miedos e inseguridades.

Me miré de nuevo, en la forma en que caminaba por la calle.

Ojalá pudiera haber visto esto.

Un simple momento como este podría haberle ahorrado tanto sufrimiento.

Muchas veces, creemos que debemos conquistar el mundo.

Pero es a nosotros mismos a quienes debemos conquistar.

Mientras lees esto, piensa en tres cosas increíbles sobre la versión actual de ti que desearías que tu yo adolescente pudiera presenciar.
Tres cosas que habrían cambiado por completo la trayectoria de tu yo adolescente.

Ahora, regresa a esos años de tu adolescencia y conquista a la persona que fuiste. 🦋

Si te ayuda, mira una foto de ti misma de esa época. Lo que sea que te acerque más a esa versión de ti.

Conéctate con ella. Ten compasión por ella. Felicítala.
Reconócela. Obsérvala. Sé su apoyo.

Agradécele por todo lo que hizo. Sin ella, no serías quien eres ahora.

Y por último, abrázala.

No importa cuántos años tengas, envuelve tus brazos alrededor de tu cuerpo y siéntate así por un minuto, conectada con tu versión adolescente.

Hará maravillas por tu autoestima: es la única validación que necesitarás.

Animando a tu versión adolescente,
Sorina Phoenix

P.D. Un saludo especial a mi amiga del alma de la adolescencia, Catrinel, quien no solo me apoyó en esa época, sino que nunca pierde la oportunidad de elogiar mi newsletter. Una vez, un chico que me gustaba fue grosero conmigo, y sabes qué hizo ella? Estaba comiendo un helado y se lo estampó directamente en el ojo. Sin dudarlo, sin disculpas. Directo al blanco. Ese era el tipo de amiga que era. Estas son las personas que realmente están contigo hasta el final!

I have four cats. And if I’ve learned anything in this life, it’s about cat behavior.

Lo and behold, if you want to connect with a cat, there’s one thing you must do:

Look them in the eye and slowly give them an eye nod. It’s like a salute—just with your eyes. You gaze at them, close your eyes slowly, then open them again. The cat should reciprocate.

Now, if a cat’s feeling skeptical, it might take a few tries to get their eye nod in return. But when you do? Oh, it’s pure magic. That little gesture says, “We’re homies now.” 😂

Here’s where it gets even better:

You can use this same magic trick with people.

Next time you’re walking down the street or in a conversation, lock eyes with someone and give them the cat eye nod.

The beauty is, you don’t even need them to nod back. It’s a silent “I see you.” And trust me, it’s deep.

But what about those difficult conversations with difficult people?

If someone feels like a total block of ice, focus on their left eye. Neuroscientist Dr. Tara Swart explains that looking into someone’s left eye creates a stronger emotional connection.

Why? Think about this: when a mother cradles her baby, her right eye naturally gazes into the baby’s left 👁️. It’s how they bond—pure, primal connection.

As adults, we can tap into that same magic to melt even the frostiest exteriors.

Here’s the thing: we’re all more alike than we like to admit. At the end of the day, we all crave the same two things:
Approval and connection.

I’ve lost count of how many “difficult conversations with difficult people” this left 👁️gazing trick has helped me smooth over. It works like a charm.

So, whether you’re giving someone the “I see you” cat eye nod or diving deep into their left eye, your interactions are about to get an instant upgrade.

Try it for fun and see what happens!

Nodding at you like the fluffiest cat,
Sorina Phoenix

P.S. Make it a habit to look people in the eyes on a regular basis. It’s the signature of the 🌙 divine feminine—one that not only stabilizes your center of gravity but adds richness to your life.

My baby boy Hendrix giving me the cat eye nod.

🇪🇸

Tengo cuatro gatos. Y si he aprendido algo en esta vida, es sobre el comportamiento de los gatos.

He aquí el secreto: si quieres conectar con un gato, hay una cosa que debes hacer:

Míralo a los ojos y hazle un guiño de ojos felino. Es como un saludo, pero con los ojos. Lo miras, cierras los ojos lentamente y luego los abres de nuevo. El gato debería corresponderte.

Ahora, si el gato está algo escéptico, puede que necesites intentarlo varias veces antes de recibir su guiño de vuelta.

Pero cuando lo hace… es pura magia! Ese pequeño gesto dice: “Somos compas ahora.” 😂

Y aquí es donde se pone aún mejor:

Puedes usar este mismo truco mágico con las personas.

La próxima vez que camines por la calle o estés en una conversación, fija la mirada en alguien y dale el guiño de ojos felino.

Lo mejor es que ni siquiera necesitas que te lo devuelvan. Es un gesto silencioso que dice: “Te veo.” Y créeme, es profundo.

Pero qué pasa con esas conversaciones difíciles con personas complicadas?

Si alguien parece un bloque de hielo total, enfoca su ojo izquierdo. La neurocientífica Dra. Tara Swart explica que mirar al 👁️ izquierdo de alguien crea una conexión emocional más fuerte.

Por qué? Piénsalo: cuando una madre sostiene a su bebé, su ojo derecho naturalmente mira al ojo izquierdo del bebé. Es como se conectan—una conexión pura y primitiva.

Como adultos, podemos aprovechar esa misma magia para derretir hasta las barreras más frías.

Aquí está la verdad: somos más parecidos de lo que nos gusta admitir. Al final del día, todos deseamos lo mismo:
Aprobación y conexión.

He perdido la cuenta de cuántas “conversaciones difíciles con personas difíciles” he logrado suavizar con este truco de mirar al ojo izquierdo. Funciona como por arte de magia.

Así que, ya sea que le des a alguien el “Te veo” guiño felino o profundices en su ojo 👁️, tus interacciones están a punto de mejorar al instante.

Pruébalo por diversión y cuéntame qué sucede!

Guiñándote como el gato más peludo,
Sorina Phoenix

P.D. Haz el hábito de mirar a las personas a los ojos con regularidad. Es la firma de la 🌙 divinidad femenina—algo que no solo estabiliza tu centro de gravedad, sino que también le añade profundidad y riqueza a tu vida.

“What’s that noise?” my dad asked, stepping out of his room.

“Maybe it’s the noise I’ve been telling you about,” I replied, coming out of mine.

A few days ago, I finally confessed a secret I’d kept for two years:

My house is partially haunted.

I know, I know—partially? That’s not a thing.

But let me explain.

👻 At night, you can hear noises —like footsteps or someone climbing stairs—coming from above us.

Except there’s no “above us.”

There’s just the roof.

Why do I say my house is partially haunted? Because it’s just noise. No flying objects, no spooky shadows. Just noise.

And after a while, I got used to it.

Even when I’d wake up at 2 a.m. to pee, hear footsteps, and think, “here we go again…”

I never told anyone because, honestly, you have to experience to believe it.

But today, I finally had proof that someone else was hearing the noise. 😈

Except this time, it was coming from downstairs.

So we both headed downstairs to solve this mystery noise.

What did we find?

My brother. Washing dishes. Banging them like a rock concert. 😂

Turns out my haunting theory might be wrong. Or maybe just partially wrong.

But anyway, this isn’t really about ghosts.

It’s about the truth.

There’s no such thing as being partially honest, just like a house can’t be partially haunted.

So how do we know what’s true?

When something’s on my mind, I love using Byron Katie’s framework:

1. Is it true?

2. Can you absolutely know it’s true?

3. How do you react when you believe that thought?

4. Who would you be without that thought?

These 4 questions are very powerful.

They help me put my demons to bed—whether they’re noisy ghosts or loud doubts in my head.

You probably know that mental demons are louder than any ghost could ever be:

“I’m not good enough…”
“I’m failing…”
“I’m a fraud…”
“People don’t like me…”

By answering these questions, you can let go of these thoughts.

And the noises—both real and imagined—will quiet down.

To your peace of mind,
Sorina Phoenix

🇪🇸

“Qué es ese ruido?” preguntó mi papá, saliendo de su habitación.

“Tal vez es el ruido del que te he hablado,” respondí, saliendo de la mía.

Hace unos días, finalmente confesé un secreto que había guardado por dos años:

Mi casa está parcialmente embrujada.

Lo sé, lo sé… ¿Parcialmente? Eso no existe.

Pero déjame explicarte.

👻 Por la noche, se escuchan ruidos —como pasos o alguien subiendo las escaleras— provenientes de arriba de nosotros.

Excepto que no hay un “arriba”.

Solo está el techo.

Por qué digo que mi casa está parcialmente embrujada? Porque solo son ruidos. No hay objetos volando, ni sombras espeluznantes. Solo ruido.

Y con el tiempo, me acostumbré. Incluso cuando me despertaba a las 2 de la mañana para ir al baño, escuchaba los pasos y pensaba: “ahí vamos otra vez.”

Nunca se lo conté a nadie porque, honestamente, tienes que vivirlo para creerlo.

Pero hoy, finalmente tuve pruebas de que alguien más escuchaba el ruido. 😈

Solo que esta vez venía de abajo.

Así que ambos bajamos para resolver este misterio.

Qué encontramos?

A mi hermano. Lavando los platos. Golpeándolos como si fuera un concierto de rock. 😂

Resulta que mi teoría de la casa embrujada podría estar equivocada. O quizás solo parcialmente equivocada.

Pero bueno, esto no se trata realmente de fantasmas.

Se trata de la verdad.

No existe tal cosa como ser parcialmente honesto, así como una casa no puede estar parcialmente embrujada.

Entonces, cómo sabemos qué es verdad?

Cuando algo me preocupa, me encanta usar el método de Byron Katie:

1. Es verdad?

2. Puedes saber con absoluta certeza que es verdad?

3. Cómo reaccionas cuando crees ese pensamiento?

4. Quién serías sin ese pensamiento?

Estas 4 preguntas son muy poderosas.

Me ayudan a mandar a mis demonios a dormir, ya sean fantasmas ruidosos o dudas fuertes en mi cabeza.

Probablemente sabes que esos demonios mentales son más ruidosos que cualquier fantasma:

“No soy lo suficientemente buena…”
“Estoy fallando…”
“Soy un fraude…”
“A la gente no le gusto…”

Al responder estas preguntas, puedes dejar ir esos pensamientos, y los ruidos —tanto reales como imaginarios— se calman.

Por tu tranquilidad mental,
Sorina Phoenix

I’ve always been obsessed with magic. But for the longest time, it was like this secretive, “don’t-talk-about-it” thing. Total taboo.

After years of overthinking, I realized: I need a teacher.

And so, I ended up in a magic and witchcraft course.

And THANK GOD I did. Because not only did I learn a ton about magic (spoiler: it’s epic)… I learned a lot about myself.

But here’s the thing…

Magic? It’s actually WAY simpler than I thought.

It all boils down to two things:
Intention and Creativity.

Basically, magic is energy with a mission. It’s alchemy, baby. 🔮

And today is a BIG deal.

🌱 It’s the first of the month (hello, new beginnings!)

So, here’s your task:

Grab some cinnamon from your kitchen.

Put it in your hand. Go to your front door, stand outside, and blow that cinnamon toward your door. 💨

While you’re at it, invite abundance in—love, money, health.

You’ve got until midnight, Cinderella. Don’t miss this magical moment.

May all your wildest dreams (and your basic needs) be met,

Sorina Phoenix