Month: January 2025

– Why aren’t we popping the champagne? my parents asked, smiling from ear to ear.

-Let’s celebrate tomorrow, I replied, trying to keep the good vibes alive.

The truth? Something inside me wasn’t ready to celebrate just yet.

For the past seven months, I’d been on a mission—like a total maniac—hunting for the perfect place for a burger joint. This wasn’t just any idea… I’d been obsessing over it for three years.

But, my dreams are bold, and multi-layered.

I had another dream, apart from the burger joint: opening a restaurant.

And guess what?

Within two days, I found two spots. One for the burger joint. One for the restaurant. Both looked like they’d been made for me.

At first, I was euphoric—riding the high of finally finding them. Then reality hit.

I felt…tired. Overwhelmed.

-Starting two major projects at the same time? Yeah, that’s a lot. It’s normal to feel this way, I told myself.

But no matter how much I reassured myself, something deeper was holding me back. I felt drained. Exhausted. Then nauseous.

Something was definitely off.

My body was trying to tell me something.

When I tuned in and asked my body about the first place (the burger joint), it gave me a 100% hell yes.

But when I asked about the second one (the restaurant)? Dizziness. Nausea.

Until I finally said it out loud: I don’t feel like we should take the second one, too.

BOOM. Weight lifted. I felt free.

• “What’s wrong with you? You’ve been looking for a place like this for seven months!” some might say.

Sure, I know it looks like I’m playing with fire.

But to me, my body is the Oracle.

Why? Because I’ve ignored it way too many times before—and paid for it.

I bet you’ve been there, too.

You know that feeling when you go against your intuition and say yes to something just because it looks good on paper?

So how do you know when your body is screaming a full NO?

• Dizziness

• Nausea

• Exhaustion

And when it’s a YES? You feel light. Free. Like you’re walking on air—even if you’re nervous about what’s next.

Pro tip: You’ll always feel some nerves when you’re venturing into the unknown. That’s just your brain freaking out. It’s normal. It’s your brain’s way of preparing you for uncharted territory.

But your body? Your body doesn’t lie. It’s your Oracle, your truth-teller.

Start talking to it.

Don’t let your brain make all the decisions, just because something looks good.

Your gut, though? That’s where the real magic happens. It has a brain of its own. Let that brain lead instead.

To epic decisions,
Sorina Phoenix

P.S. In the book I’m writing, there’s an entire chapter about the time I ignored my body and jumped into a relationship with a narcissist. Let’s just say the emotional price I had to pay was no joke.

Ignoring our bodies often leads to guilt and shame—two of the worst emotions to carry around. If you’re in need of some emotional healing, try my Sacred Woods Meditation—it’s free and it will always be 🤍🕊️

-Por qué no estamos descorchando el champán? me preguntaron mis padres, sonriendo de oreja a oreja.

-Mejor celebremos mañana, respondí, tratando de mantener las buenas vibras.

La verdad es que algo dentro de mí no estaba listo para celebrar aún.

Durante los últimos siete meses, había estado en una misión—como una completa maniática—buscando el lugar perfecto para un local de hamburguesas. No era cualquier idea… llevaba tres años obsesionada con esto.

Pero mis sueños son atrevidos y tienen muchas capas.

Tenía otro sueño además del local de hamburguesas: abrir un restaurante.

Y adivina qué? En dos días encontré dos lugares. Uno para el local de hamburguesas y otro para el restaurante. Ambos parecían hechos para mí.

Al principio, estaba eufórica, flotando en la emoción de finalmente haberlos encontrado. Luego, la realidad me golpeó.

Me sentía… cansada. Abrumada.

-Empezar dos grandes proyectos al mismo tiempo? Sí, eso es mucho. Es normal sentirse así, me dije.

Pero, por mucho que me tranquilizara, algo más profundo me estaba deteniendo. Me sentía agotada. Exhausta. Luego, con náuseas.

Algo definitivamente estaba mal.

Mi cuerpo estaba tratando de decirme algo.

Cuando me sintonizé y le pregunté a mi cuerpo por el primer lugar (el local de hamburguesas), me dio un rotundo sí, al 100%.

Pero cuando pregunté por el segundo (el restaurante), sentí mareo y náuseas.

Hasta que finalmente lo dije en voz alta: No siento que debamos tomar también el segundo.

BOOM. Un peso se levantó de mis hombros. Me sentí libre.

-Qué te pasa? Llevas siete meses buscando un lugar como este!, algunos podrían decir.

Sí, sé que parece que estoy jugando con fuego.

Pero para mí, mi cuerpo es el Oráculo.

Por qué? Porque lo he ignorado demasiadas veces antes—y lo he pagado caro.

Apuesto a que tú también has estado ahí.

Sabes esa sensación de ir contra tu intuición y decir que sí a algo solo porque se ve bien en papel.

Entonces, cómo sabes cuando tu cuerpo te está gritando un NO rotundo?

• Mareo

• Náuseas

• Agotamiento

Y cuándo es un SÍ? Te sientes ligera. Libre. Como si estuvieras caminando en el aire—aunque estés nerviosa por lo que viene.

Tip extra: Siempre sentirás algo de nervios cuando te aventures a lo desconocido. Es solo tu cerebro entrando en modo pánico, y eso está bien. Es su forma de prepararte para lo que no conoce.

Pero tu cuerpo? Tu cuerpo no miente. Es tu Oráculo, la voz de la verdad.

Empieza a hablar con él.

No dejes que tu cerebro tome todas las decisiones solo porque algo parezca una buena idea.

En tu intestino, que es el centro de la intuición, es donde ocurre la verdadera magia. El intestino tiene su propio cerebro. Deja que ese cerebro guíe.

A decisiones épicas,
Sorina Phoenix

P.D. En el libro que estoy escribiendo, hay un capítulo entero dedicado al momento en que ignoré a mi cuerpo y entré en una relación con un narcisista. Digamos que el precio emocional que tuve que pagar no fue ninguna broma.

Ignorar a nuestros cuerpos a menudo nos lleva a la culpa y la vergüenza, dos de las peores emociones que podemos cargar. Si necesitas sanación emocional, prueba mi Meditación del Bosque Sagrado—es gratis y siempre estará ahí para ti 🤍🕊️

(encuentra la version en 🇪🇸 abajo)

🇬🇧 A lot of people dislike Disney’s Cinderella, calling her a terrible role model for women.

They say she teaches young girls that to get the prince, you need to put on makeup, wear fancy clothes, and basically hide your real self.

And let’s not even get started on the prince. He can’t even recognize her without the glam. 😧

But honestly, I see Cinderella differently.

This isn’t a story about changing yourself to meet some guy’s beauty standards. No way.

It’s about stepping into a new identity…one that fits higher standards.

In the darkest era of my life, I discovered Tony Robbins.

His voice? Unforgettable.

And he said three golden words that have stuck with me ever since:

Raise. Your. Standards.

Cinderella wasn’t hiding her true self with all that glam. She had the guts to embody a higher version of herself.

That night at the ball, she didn’t just show up. She owned the room. The look, the vibe, the confidence.

She was the real deal (At least until the clock struck midnight.)

This wasn’t some “fake it till you make it” nonsense. (Ugh, don’t get me started on that phrase. 🤢)

Cinderella wasn’t pretending. She became that woman who deserved to be there, who deserved to shine, and yes, who deserved to rock the prince’s world.

👑 My favorite way to connect with your higher self? Try this:

Close your eyes and picture the person you want to be.

How do they walk? Talk? Feel? Are they glowing with vitality? Radiating love? Overflowing with abundance? Living free?

Picture them in detail. Picture them in HD.

That person already exists in another universe, living their best life. 🪞

Now, invite them in. Feel your hearts connect. Step into their energy, their vibe, their aura of love, joy, and freedom.

And start living your life as them.

To raising your standards,
Sorina Phoenix

🇪🇸 Muchas personas no soportan a la Cenicienta de Disney, diciendo que es un pésimo modelo a seguir para las mujeres.
Dicen que enseña a las niñas que, para conquistar al príncipe, tienes que maquillarte, ponerte ropa elegante y básicamente esconder tu verdadero yo.

Y ni hablemos del príncipe. En serio no puede reconocerla sin todo ese glamour? 😧

Pero, sinceramente, yo veo a Cenicienta de otra manera.

Esta no es una historia sobre cambiarte para cumplir con los estándares de belleza de algún hombre. Para nada.

Es sobre asumir una nueva identidad… una que cumpla con estándares más altos.

En la etapa más oscura de mi vida, descubrí a Tony Robbins.
Su voz? Inolvidable.
Y dijo tres palabras de oro que se me quedaron grabadas desde entonces:
Eleva tus estándares.

Cenicienta no estaba escondiendo su verdadero yo con todo ese glamour.

Tuvo el valor de encarnar una versión mejorada de sí misma.
Esa noche en el baile, no solo apareció. Se adueñó del lugar. El look, la vibra, la confianza. Era auténtica. (Al menos hasta que dieron las doce).

Esto no era el típico “finge hasta que lo logres.” (Uf, no me hagas hablar de esa frase 🤢).

Cenicienta no estaba fingiendo. Se convirtió en esa mujer que merecía estar allí, que merecía brillar y, sí, que merecía conquistar el mundo del príncipe.

👑 Mi forma favorita de conectar con tu yo superior? Prueba esto:

Cierra los ojos e imagina a la persona en la que quieres convertirte.
Cómo camina? Cómo habla? Cómo se siente? Brilla con vitalidad? Irradia amor? Desborda abundancia? Vive en libertad?

Imagínala con todo detalle. Visualízala en HD.

Esa persona ya existe en otro universo, viviendo su mejor vida. 🪞

Ahora, invítala a entrar. Siente cómo vuestros corazones se conectan. Absorbe su energía, su vibra, su aura de amor, alegría y libertad.

Y empieza a vivir tu vida como ella.

A elevar tus estándares,
Sorina Phoenix

🇬🇧

A few days ago, I was at the gym with my dad.

We planned to start on the elliptical bikes, but there were only three, and the middle one was already taken.

My dad took the bike on the left, I grabbed the one on the right, and the middle was occupied by a fitness instructor absolutely crushing her cardio.

Meanwhile, my dad and I were just… there, pedaling at a totally average pace.

Then, without a word or plan, my dad and I started matching her speed.

Suddenly, the three of us were in sync, pushing harder than we thought we could.

She didn’t say a thing, didn’t try to motivate us.

Just by being in her zone, we leveled up our game.

It reminded me of a great quote:

“People are like elevators; they either lift you up or drag you down.”

“But we’ve been friends/partners/roommates for years!”

I hear you. But here’s the thing: we’re human sponges.

We soak up people’s fears, insecurities, habits, and even dreams.

Surround yourself with negative energy, and you’ll start wearing it like a secondhand sweater.

I learned this the year I worked for Peter Sage. That year forced me to grow in every way, and I made a promise to myself:

I will always choose my environment wisely.

Not because I think I’m better than anyone, but because my energy is gold. 🏆

The truth is, whoever you’re around will, in some way, shape, or form, shape you.

So, make sure you’re surrounding yourself with people who inspire you—not just people who make your comfort zone feel cozy.

🌱 Your mind is a garden. And let’s be real: you don’t want weeds.

You want something that thrives, blooms, and makes everyone who passes by say, “Damn.”

Here’s to watering your mental garden,

Sorina Phoenix

P.S. Ready to plant the seeds of transformation? Check out my Sacred Woods Meditation–your mental garden deserves a sacred forest to flourish in. 🌳

🇪🇸

Hace unos días, fui al gimnasio con mi papá.

Planeamos empezar con las bicicletas elípticas, pero solo había tres, y la del medio ya estaba ocupada.

Mi papá tomó la bici de la izquierda, yo agarré la de la derecha, y en el medio estaba una instructora de fitness dándolo todo con su cardio.

Mientras tanto, mi papá y yo estábamos ahí… pedaleando a un ritmo totalmente promedio.

Entonces, sin decir ni planear nada, mi papá y yo empezamos a seguir su ritmo.
De repente, los tres estábamos en sincronía, esforzándonos más de lo que creíamos posible.

Ella no dijo nada, ni intentó motivarnos. Solo por estar en su onda, nosotros subimos de nivel.

Me recordó a una gran frase:

“Las personas son como los ascensores: o te suben, o te bajan.”

“Pero hemos sido amigos/pareja/compañeros de piso durante años!”

Te entiendo. Pero aquí está la cosa: somos esponjas humanas.

Absorbemos los miedos, inseguridades, hábitos e incluso sueños de las personas que nos rodean.

Si te rodeas de energía negativa, terminarás llevándola como un suéter de segunda mano.

Aprendí esto el año que trabajé para Peter Sage. Ese año me obligó a crecer en todos los sentidos, y me hice una promesa:

Siempre elegiré mi entorno con cuidado.

No porque piense que soy mejor que nadie, sino porque mi energía es oro. 🏆

La verdad es que las personas con las que te rodeas, de una manera u otra, te moldean.

Así que asegúrate de estar cerca de personas que te inspiren, no solo de quienes hacen que tu zona de confort se sienta acogedora.

🌱 Tu mente es un jardín. Y seamos sinceros: no quieres malas hierbas.

Quieres algo que crezca, florezca y haga que todos los que pasen digan: “Wow.”

Por el cuidado de tu jardín mental,

Sorina Phoenix

P.D. List@ para plantar las semillas de la transformación? Descubre mi Meditación del Bosque Sagrado: tu jardín mental merece un bosque sagrado donde florecer. 🌳